Reales Alcázares de Sevilla - Patio de Banderas s/n.
41004 - Sevilla
SIGLO XIV: Alfonso XI y D.Pedro I
Por el lado occidental del Almohade Patio de Yeso, Alfonso XI ordena construir la Sala de Justicia –arquetipo de mudejarismo civil- a mediados del siglo XIV, tras su victoria de la batalla del Salado. Poco tiempo después, el Rey D. Pedro I el Cruel o el Justiciero, construye el Palacio Mudéjar entre 1.364 y 1.366 con alarifes y carpinteros de origen musulmán, procedentes de Sevilla, Granada y Toledo, con materiales perecederos como son la cerámica, el yeso y la madera, respetando la máxima coránica que impide hacer obras “eternas”, por aquello de…”ningún hermano humano puede hacer competencia al Creador”.
El palacio del Rey D. Pedro I tiene una superficie de 2.250m2 aproximadamente, y en él se sigue el esquema de la popular Casa-Patio, separando la parte oficial en torno al Patio de las Doncellas y las estancias privadas alrededor del Patio de las Muñecas. La decoración aplicada se sustenta en la conocida simetría islámica a través de elementos vegetales y geométricos reunidos, fundamentalmente en los paños cerámicos, con el principal argumento de cualquier religión monoteísta: La unidad y la multiplicidad.
Siglos XV-XVI: Reyes Católicos y Descubrimiento de América
El siglo XVI proporcionaría al Alcázar el mayor enriquecimiento conocido en su historia. Los grandes bienes llegados a la Ciudad durante los años de “Puerto y Puerta de las Indias” aumentan considerablemente los ingresos y permiten como no, la ejecución de importantes obras, sobre todo en el Palacio Alto, convirtiéndolo en un confortable alojamiento para los meses de invierno.
Siglo XVII:
En esta época, Sevilla vivirá período de fuertes contrastes con etapas de gran prosperidad y por el contrario, también, de inevitables decadencias. El Alcázar se verá enriquecido con nuevas e importantes obras, efectuadas para una anunciada visita de Felipe III, que nunca llegaría a realizar.
El milanés Vermondo Resta construye el nuevo zaguán y apeadero, se levantan las nuevas caballerizas en el Callejón del Agua, y por otro lado, se ordena el Patio de la Montería y se realizan las nuevas cocinas en el sitio conocido posteriormente como Cuarto del Asistente.
Vermondo Resta en la época del monarca Felipe IV y bajo las directrices del Alcalde y Primer Ministro, el Conde Duque de Olivares, centró su actividad en la remodelación de los jardines.
También entre 1625 y 1626 se instala en el espacio que actualmente ocupa el Patio del León, el mayor teatro que tuvo la Ciudad (Corral de la Montería), siendo pasto de las llamas a finales de siglo, después de haber servido para la representación de las importantes obras de la época.
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