Un auténtico privilegio para el paladar. Es la capital de las sensaciones. El río Guadalquivir y los jardines prestan a la ciudad su colaboración para poder percibir que estar en Sevilla es un auténtico privilegio. Las tapas y los vinos que tienen sus bares ofrecen la posibilidad de disfrutar de algo privativo de esta preciosa ciudad. El ensamblaje armónico de todo ello, le hará notar que Sevilla es diferente.
La gastronomía Sevillana ha evolucionado con los estímulos internos y externos que, a lo largo de diferentes épocas, han proporcionado y enriqueciendo los numerosos pueblos que nos han habitado. Íberos, Celtas, Fenicios, Griegos, Romanos, Judíos, Godos y Árabes, han contribuido a crear la actual historia de la gastronomía Sevillana. Unos y otros han aportado usos y costumbres que en algunas ocasiones han permanecido hasta la actualidad.
La cocina moderna se basa principalmente en la ahora mundialmente conocida "Dieta Mediterránea" que no es otra cosa que aprovechar todo lo que nos brinda nuestra excelente tierra y nuestras maravillosas costas.
Quien llegue por primera vez a Sevilla, se quedara maravillado por la gran variedad de establecimientos de los que dispone esta ciudad para comer o bien para "tapear", una costumbre muy extendida entre sus gentes.
Lo más característico de nuestra gastronomía, son las "tapas". Estas son pequeñas porciones de comida bien fría o caliente que acompaña a la bebida y que nos ayuda a hacer cuerpo antes de las comidas principales.
Cada establecimiento procura ofrecer su original plato, por lo que el visitante puede descubrir nuevos sabores y productos condimentados. Por estas pequeñas porciones, se comienza a conocer parte de la cocina de Sevilla y la provincia.
Esta singular tradición la podemos encontrar en cualquier lugar de la ciudad, ya sea en las históricas Tascas o Tabernas que se encuentran repartidas por toda Sevilla y de las cuales la mayoría se remontan a mas de 100 años de antigüedad o en los restaurantes de la provincia, en los que además podrá degustar los típicos manjares de nuestra tierra, desde las magnificas chacinas y productos serranos elaborados con cerdos ibéricos de la mejor calidad de nuestra provincia ó de nuestra vecina provincia de Huelva, a los excelentes guisos con carne de caza como la caldereta de venado, pasando por las maravillosas verduras y hortalizas que se cultivan por la zona, y que son la base indiscutible de todas nuestras elaboraciones como el cocido, los huevos a la flamenca, el gazpacho, el menudo, la cola de toro, la ternera, la caldereta, etc.
Tampoco podemos marcharnos de la ciudad sin probar los pescados frescos que nos prepararán los restaurantes de la provincia en toda su variedad desde los famosísimos boquerones en vinagre o el "pescaito" frito hasta las lubinas, doradas, urta, cazón, marisco, pez espada o rodaballo de nuestras vecinas costas o los históricos albures en adobo.
Para probar todo esto y mucho más no les puede faltar el exquisito mosto de nuestra tierra, o la ya internacional cerveza sevillana, bien fría en su tanque de salmuera, o los también mundialmente reconocidos finos y manzanillas de Sanlúcar.
En los postres, estos se encuentran ligados a cada estación del año como son los pestiños, torrijas, piñonates a la Semana Santa, yemas de San Leandro, alfajores, tortas de aceite, tortas de polvorón, mantecados, bizcotelas, mostachones... dulces de conventos, ...
Les proponemos a continuación un pequeño botón de muestra como son: las pavías de bacalao, las aceitunas, tortillitas de camarones, las cabrillas con tomate, los caracoles, las espinacas con garbanzos, la pringá, los montaditos de: jamón, caña de lomo, morcón, morcilla, "pescaito" frito como acedías, boquerones, pijotas, sardinas
El carácter de los sevillanos es abierto y les encanta estar en la calle así como en las terrazas al aire libre. No es ninguna sorpresa ver cómo en las calles hay más bares de tapas que restaurantes.
Al contrario que en el norte de España, donde las comidas son mas pesadas y las raciones mayores, en el sur la gente come menos y comidas más ligeras. En vez de comer una comida completa, la gente a menudo “pica” unas tapas o una ración.Además, el ritmo de vida es más relajado y comer es una actividad social diaria no reservada solamente para los fines de semana.
Intenta descubrir qué comen los sevillanos y cómo lo hacen. Si echas de menos la comida de tu país o quieres probar cosas diferentes, te damos algunas pistas sobre dónde buscar.
Recuerda que los horarios de las comidas son diferentes en España. El almuerzo es entre las 14:00 y las 15:00 o incluso más tarde y la cena desde las 21:00 en adelante.
Los sevillanos salen a tomar tapas por la noche como alternativa a una cena sentados en un restaurante y también lo hacen al mediodía para almorzar.
Las tapas son pequeñas cantidades de cualquier tipo de comida andaluza y normalmente la gente se toma una tapa con cada bebida. A veces la gente pide una ración para compartir y todo el mundo pica de los platos en el centro de la mesa. Para beber, normalmente toman cerveza, la más frecuente es la Cruzcampo.
Esta marca de cerveza, creada en Sevilla en 1904 se ha convertido en la marca líder de cerveza en España. Otra bebida típica es el tinto de verano que consiste en vino tinto con casera (refresco) blanca (tipo seven-up), de naranja o de limón.
Para comer tapas, la gente puede sentarse o permanecer de pie en la barra o en unas mesas altas auxiliares. La lista de tapas que se ofrece está generalmente escrita en una pizarra, pero en algunos bares, los camareros recitan toda la lista de tapas de memoria (lo que hace un poco difícil recordarlas todas). Lo más fácil es pedir “la carta” que es el menú de tapas. Algunos bares tienen las tapas traducidas a inglés.
Una lista de las tapas más comunes:
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