Jardines que en principio formaban parte de los jardines du Palais du San Telmo, fueron donados en 1893 por la Infanta María Luisa Fernanda de Orleans (Duquesa de Montpensier) a la ciudad. Fue reformado, por el ingeniero francés Jean Claude Nicolas Forestier, conservador del bosque de Boulogne en París, que le dió un toque romántico, inspirado en los jardines del Generalife, La Alhambra y los Reales Alcázares de Séville. En el parque se abrieron las plazas de España y de América, que constituyen unos de sus principales atractivos.